En los días previos a Navidad, hay tres asuntos en el ámbito financiero global que merecen mucha atención.

Empezando por el más impactante: el nuevo gobierno de cierto país podría estar a punto de cambiar al presidente de su banco central. Uno de los candidatos ha declarado abiertamente que “si hay que bajar los tipos, se bajan”, ¿qué significa esto? Que la política monetaria podría dejar de ser tan “independiente”, y lo más probable es que veamos pronto medidas de liquidez mucho más agresivas.

¿Hasta qué punto está reaccionando el mercado? Los traders ya asignan una probabilidad del 87,6% a una bajada de tipos en diciembre. Esta cifra lo deja claro: el dinero está a punto de llegar, y llegará rápido.

Lo más interesante está ocurriendo en el sector cripto.

¿Te has dado cuenta? Recientemente, el precio del Bitcoin se está moviendo casi al unísono con el tipo de cambio del yen. No es casualidad; detrás está el capital global que, atrapado entre la subida de tipos del yen y la bajada del dólar, está reajustando sus carteras a toda velocidad. El arbitraje está votando con los pies.

Y hay una señal aún más profunda: las normativas sobre stablecoins de EEUU y la UE se están “acercando” de forma tácita. No subestimes esto: el objetivo real es traer las criptomonedas al redil del sistema financiero soberano, permitiendo que el dólar y el euro sigan dominando la narrativa en la era digital.

En resumen, está a punto de comenzar una fiesta de liquidez impulsada por la política. Las criptomonedas han dejado de ser activos marginales y se están convirtiendo en el nuevo campo de batalla para el capital tradicional. El cambio de paradigma está ocurriendo justo en torno a esta Navidad.