La verdad, no sé en qué momento exacto todo cambió; quizá fue un proceso gradual o, de repente, todo ocurrió a la vez. Puede que solo se reconozca a posteriori, quizá la fiebre de las memecoins en Solana tuvo algo que ver, pero no puedo asegurarlo.
En algún momento, el mercado se volvió más consciente, más agudo y, sinceramente, más eficiente.
Me refiero a CT, no tanto en el plano académico, sino a la eficiencia que surge de negarse a ser la liquidez de salida de otros.
Intentaré explicarlo según mi punto de vista, basado en la observación; no te lo tomes demasiado en serio, kek.
La brecha de información se está cerrando.
Las herramientas y la información han sido útiles y han cambiado las reglas del juego.
Cuantos más recursos e información tenemos, menos espacio queda para el humo. Hace unos años no era así: podías lanzar la tokenomics más depredadora y CT igualmente entraba sin pensar, porque el lema entonces era “apea ahora, pregunta después”.
Hoy, el usuario medio de CT quiere comprobarlo todo: con solo hacer scroll en Cryptorank ves la tokenomics y el calendario de desbloqueo de cualquier proyecto y enseguida entiendes por qué lo están promocionando de golpe en la timeline: hay un desbloqueo masivo en 48 horas, kek.
Lo mismo ocurre con los lanzamientos de alto FDV: has visto en la pantalla cómo los precios se hunden pocos días después del TGE, reconoces el patrón y vendes enseguida, sabiendo que te arrepentirás si aguantas, porque ahora casi nadie compra lo que ya está descontado desde el primer día.
La atención cambia a una velocidad vertiginosa.
Basta abrir CT cualquier día para ver cómo saltan de un proyecto a otro tras el TGE.
Los malos lanzamientos se castigan y olvidan al instante, y la gente pasa enseguida al siguiente proyecto atractivo. Sinceramente, no sé si esto es positivo, porque poco a poco se asume que el TGE es el día final.
Tener una audiencia te muestra lo sofisticado que se ha vuelto el retail.
Puedes ver cómo la gente sigue lo que dices, analiza tus opiniones, etc.
Por mi parte, hago mucha escucha social en X, reviso los comentarios para conocer las opiniones y, salvo los infofi slops, la comunidad es bastante sofisticada: ya no rastrean solo wallets, también siguen redes de influencers y ves comentarios como “no compres lo que promocione este, es amigo de Ardizor”.
Si sumas todo esto, verás que la gente ya sabe rastrear wallets, tokenomics, marketers (KOLs/influencers), etc., y detecta el grift a distancia.
¿Y la parte negativa de esto?

¿De verdad hay un lado negativo de la eficiencia en este contexto? Veamos…
La eficiencia reduce el upside, porque cuando todos están informados, desaparece la prima por ignorancia y nadie mantiene posiciones por miedo a ser la liquidez de salida.
A la gente no le importa vender pronto; ganancia es ganancia, kek. Mejor eso que ser la liquidez de salida. Es cierto, aunque a veces echo de menos cuando el mercado era ignorante y abundaban los 100x.
Aún hay mucho upside.
La eficiencia, en última instancia, es positiva para todo el ecosistema, obliga a todos a estar atentos.
Ahora se penalizan los comportamientos extractivos: ya no puedes aparecer con una tokenomics depredadora o promocionar basura esperando que el retail sea tu liquidez de salida, porque te van a señalar. Me recuerda a los usuarios de X que expusieron a influencers intentando blanquear a Apriori hace poco, lol.
Por supuesto, será más difícil encontrar esos 10x, pero también significa que los proyectos que triunfen serán los que construyan algo real y sostenible. Hyperliquid.
Sinceramente, estoy a favor de esto y creo que ha llegado para quedarse: o te adaptas a esta realidad o te quedas atrás, tanto si eres proyecto como si eres retail.
¡Que tengas buena semana!





