Las cosas que he vivido estos tres días, al recordarlas ahora, todavía me parecen poco reales.

El saldo de la cuenta saltó de 9700U a 290,000U, todo el proceso fue tan rápido que apenas me dio tiempo a reaccionar. El 6 de noviembre estaba mirando la plataforma de trading sin mucha intención, y puse una orden larga en 3.309 casi por inercia, sin pensarlo demasiado. Al final, el precio no paró de subir y cuando llegó a 8.789 decidí salir, ganando 30,000U. En ese momento, la sensación fue como si me hubiera tocado un pequeño premio.

Al tercer día, me volvió a picar el gusanillo. Entré de nuevo en largo en 9.926 y siguió subiendo hasta cerca de 19.9, así que cerré la posición y esta vez gané 110,000U.

En ese momento, mi intuición me decía que el mercado podía girar, así que abrí una posición corta en 20. Por la noche, mientras vigilaba el gráfico, el corazón me latía con fuerza porque el precio no paraba de oscilar arriba y abajo. De madrugada, de repente, apareció una gran vela bajista que lo llevó directamente a 8.66, y mi cuenta aumentó instantáneamente en 150,000U; pegué un salto de la silla.

El mercado de futuros es extremadamente volátil, las oportunidades y los riesgos siempre van de la mano. Esta vez fue una mezcla de suerte y buen juicio, pero todos sabemos que la próxima vez la historia puede ser totalmente distinta.