Conocí a un amigo hace tres años que, al especular con criptomonedas, acabó endeudado y hasta perdió a su novia. Por aquel entonces solo le quedaban 10.000 U, reunidos pidiendo préstamos en varias plataformas. No le conté ningún chivatazo ni pillamos ninguna subida descomunal: simplemente, a base del método más sencillo, durante tres años le ayudé a convertir esos 10.000 U en 300.000 U.

Durante estos más de mil días, solo hicimos una cosa: tratar cada operación como si fuera subir de nivel en un juego, sin prisas, perfeccionando la técnica poco a poco. Hoy comparto algunos de estos consejos prácticos, todos comprobados con dinero real.

**Sobre subidas y distribución**
Si el precio sube rápido pero baja despacio, lo más probable es que los grandes estén acumulando. Mucha gente se asusta y vende en esos momentos, pero en realidad es una fase de limpieza. ¿Cómo es un verdadero techo? Una subida brusca acompañada de mucho volumen, seguida inmediatamente por una caída en cascada: ahí es donde cazan a los últimos compradores.

Por el contrario, si cae rápido pero sube despacio, los grandes están distribuyendo en silencio. Un rebote lento tras un desplome no suele ser una oportunidad de compra, sino la última trampa. No pienses nunca “ya ha caído tanto, ¿aún puede bajar más?”; ese pensamiento suele llevarte directamente a perder.

**Sobre las señales de volumen**
Un volumen alto en máximos no siempre significa techo, pero la ausencia de volumen en máximos sí es realmente peligrosa. Mientras hay volumen, sigue habiendo lucha y podría quedar un último empujón; si de repente se queda sin volumen en máximos, el desplome está cerca.

Tampoco te lances si ves volumen en mínimos: una sola vela de volumen suele ser un cebo. Hay que esperar a que el precio se estabilice y, tras varios días de volumen creciente, ahí sí es momento de entrar.

**Sobre la mentalidad en el trading**
Operar criptomonedas es, en realidad, operar con la psicología de la gente, y eso se lee en el volumen. El gráfico de velas solo muestra el resultado; el volumen es el termómetro del sentimiento. Si el volumen baja, es que nadie quiere jugar; si sube de golpe, es que el dinero de verdad está entrando.

Lo más difícil es dominar el “nada”: estar en liquidez cuando hay que estarlo, sin avaricia; entrar cuando toca, sin miedo. No es rendirse, sino tener la mentalidad adecuada para operar.

$LINK sigue la misma lógica: la clave es la combinación de precio y volumen. En el mundo cripto siempre hay oportunidades; lo que falta es gente capaz de controlar sus impulsos y ver el panorama con claridad. No es que vayas lento, es que vas a ciegas en la oscuridad.