Hoy a las 2 de la madrugada, la Reserva Federal hizo un movimiento sorpresa: una reunión a puerta cerrada y en solo una hora se disolvió. Este tipo de operación no se ha visto muchas veces en los últimos cuarenta años; decir que no hay nerviosismo sería mentira.

Ahora mismo hay varias señales sutiles en el mercado: la discusión sobre la bajada de tipos está al rojo vivo, si serán 50 o 75 puntos, ni siquiera dentro de las instituciones hay consenso; ya se han movido 29.400 millones en anticipación, claramente apostando a que viene una liquidez de mayor escala; el mercado de repos ha estado lanzando alertas continuas estos dos últimos días, y este ritmo de reuniones tan seguidas normalmente significa que ha surgido una grieta en alguna parte. ¿Decidir todo en una hora? O está todo tan preparado que no hace falta debate, o el asunto es tan urgente que no hay tiempo para discutir.

Lo interesante es que, antes de la apertura de Wall Street, los sectores de minería y trading ya estaban subiendo. Este movimiento se parece de forma casi idéntica a lo que ocurrió antes del último rally: primero calienta la bolsa, luego toma el relevo el mundo cripto. El dinero de Wall Street nunca se mueve porque sí.

En el caso de ETH, el objetivo de los 10.000 dólares lleva tiempo en boca de todos. El soporte lógico es bastante sólido: el ecosistema de la principal blockchain pública sigue creciendo, los rendimientos por staking son estables; en diciembre hay una actualización clave que reducirá las comisiones, lo que podría animar el sector DApp; y los institucionales ya están acumulando posiciones de forma discreta, el dinero inteligente nunca espera a que los minoristas reaccionen.

Sin embargo, hay que tener claros los riesgos. Dentro de la Fed, los halcones y las palomas siguen peleando, y la política puede cambiar en cualquier momento. Lo que más miedo da es que se repita el viejo patrón de "cuando se agotan las buenas noticias, llegan las malas". Si tienes un alto apalancamiento, ahora es cuando realmente hay que ir con cuidado.

Mi opinión es: no muevas tu posición principal a la ligera, hay que aprovechar las oportunidades, pero siempre dejando una vía de escape. En momentos como este en el mercado, sobrevivir es más importante que jugárselo todo.