En cuanto salió la noticia sobre los cambios en la alta dirección de una importante exchange, el mercado se volvió loco al instante. Pero calma, detrás de este subidón de atención hay muchas trampas.

Primero, algunos puntos de riesgo:

El volumen de operaciones de SAPIEN está realmente disparado, pero este tipo de subidas suelen anunciar una corrección a la vuelta de la esquina. ¿Entrar ahora? Cuidado con quedarte atrapado en la cima. VOXEL está a punto de ser retirado; si tienes posiciones, liquídalas cuanto antes, dejarlo para el final solo te pondrá en una posición más pasiva. En BOB, las posiciones cortas están acumuladas hasta el tope y la volatilidad de precio será muy alta a corto plazo; los minoristas que entren acabarán sufriendo por ambos lados.

Ahora, las zonas de especulación extrema:

¿PIPPIN se multiplica por diez en pocos días? Esa subida es claramente anómala. He revisado los datos on-chain y los grandes holders ya están vendiendo; ahora entrar conlleva mucho más riesgo que potencial beneficio. En cuanto a monedas como "客服小何" o "修仙", que solo buscan subirse al tren del hype, son puro entretenimiento sin ningún valor real detrás; cuando se apague la atención, desaparecerán. GAIX se apoya en promociones para subir el precio, pero la información del proyecto no es lo suficientemente transparente; invertir mucho ahí es lo mismo que apostar.

Y sobre ese “pingüino vulgar”, es el típico meme-coin de nicho, solo para hacer ruido entre unos pocos; la liquidez es pésima y el precio se manipula fácilmente, es solo para divertirse un rato.

Es cierto que este cambio de personal ha traído movimientos a corto plazo, pero la mayoría de las monedas solo están aprovechando para especular.

Mi opinión: si quieres participar, hazlo solo con dinero que puedas permitirte perder, invierte pequeñas cantidades para probar, pon un stop loss de antemano y ten claro cuánto puedes perder como máximo. No te dejes llevar por las subidas; proteger tu capital es lo más importante. El mercado siempre estará ahí, pero si pierdes tu capital, ahí sí que se acabó todo.