BTC desde los 126,000 dólares hasta los 90,000, cayendo casi un 30%.

¿Estado del mercado? Usar la palabra "desolador" ya sería ser demasiado suave. La liquidez como si fuera un embalse secado, la presión para reducir apalancamiento hace que la gente no pueda respirar. Solo hay que mirar los datos de Coinglass para entender qué tan fuerte fue la ola de liquidaciones en el cuarto trimestre: una gran cantidad de posiciones fueron eliminadas directamente.

Pero lo extraño es que, por otro lado, hay algunas buenas noticias en gestación: la SEC de EE. UU. está preparando una nueva regulación de "exención de innovación", los rumores sobre una reducción de tasas por parte de la Reserva Federal cada vez son más fuertes, y los canales de entrada para las instituciones globales también se están abriendo cada vez más.

Esto crea una situación de ruptura: ahora mismo, la situación es desastrosa, pero el futuro podría ser muy prometedor.

Entonces, la pregunta es: ¿dónde está el arsenal de municiones para la próxima tendencia?

**Los inversores minoristas han gastado todas sus balas**

Hablemos primero de una historia que está fallando: la empresa de tesorería de activos digitales (DAT).

¿Qué es esto? En términos sencillos: las empresas que cotizan en bolsa obtienen fondos emitiendo acciones o bonos, y luego usan ese dinero para comprar activos (BTC o algunas altcoins), y hacen dinero mediante operaciones de colateralización y préstamo.

El núcleo de la lógica es el "efecto de volante de capital" — mientras que el precio de las acciones de la empresa pueda mantenerse por encima del valor neto en libros (NAV), podrán vender acciones a precios altos y comprar monedas a precios bajos, ampliando su capital de manera exponencial.

Suena muy ideal, ¿verdad? Pero hay una premisa fatal: el precio de las acciones debe mantenerse siempre con prima.

Una vez que el mercado entra en modo de refugio, especialmente cuando BTC cae drásticamente, esta prima de alto β se evapora en un instante, e incluso puede invertirse en descuento.